El colonialismo británico pretende tener mayores beneficios y a cambio de nada.
El diminuto contingente de kelpers es controlado por un reducido grupo de poder que controla la economía isleña mientras se llenan los bolsillos de billetes con el saqueo pesquero en aguas en torno a Malvinas que también fueron usurpadas a partir de 1986. Esa oligarquía británica se compone en mayoría de individuos nacidos en el Reino Unido. Una vez que llegan a Malvinas, ocupan puestos de poder, en la llamada ¨Asamblea Legislativa¨.
Parte de la prensa argentina publican noticias titulando¨los isleños, rechazan, aceptan, desean etc¨, cuando los kelpers no deciden nada y están sometidos a ese grupo de poder funcional al colonialismo británico. A cambio los ¨Cabezas Blancas¨ obtienen grandes beneficios producto del saqueo pesquero entre otros usufructos que realizan en Malvinas. Y todo aquello disfrazado bajo una falsa bandera kelper y difundiendo la mentira de la soberanía británica. Esos personajes, conocidos como los ¨Cabezas Blancas¨ son funcionales al colonialismo británico, son los que el Reino Unido, designa para que nadie salga de ese redil colonialista.
En los hechos, los kelpers no deciden nada, todo aquel que se rebele contra la posición británica es marginado y hasta echado de Malvinas. Mucho menos pueden decidir en el conflicto de soberanía por las Islas Malvinas y menos sobre el reclamo argentino por las Islas Malvinas, al no ser ¨sujetos de derechos¨ sino ¨objeto de derechos¨ una definición importante– desde la perspectiva del derecho Internacional – ya que lo primero implica que el Gobierno argentino no deben atender a los deseos de los kepers lo que significaría la renuncia a la soberanía argentina y lo segundo que se compromete a respetar su cultura, idioma, idiosincrasia, propiedad privada, derechos humanos etc, todo lo que no respetó Gran Bretaña cuando invade las Islas Malvinas.
El reclamo argentino por Malvinas nunca se realizó sobre los kelpers sino sobre el territorio usurpado por el Reino Unido, sobre el cual implantan a una reducida colonia, previamente expulsando ilegalmente a los pobladores que se hallaban en territorio argentino. Por lo tanto el falso referendo realizado por el gobierno británico, diciendo que los kelpers quieren ser británicos no tiene ningún valor para determinar soberanía. Esa vil maniobra británica de presentarse como el juez y parte, donde el invasor de Malvinas se disfraza de víctima a través de los kelper, y a la vez de juez cuando dice garantizar el ¨derecho de autodeterminación¨ de los kelpers, es una ilegalidad total no reconocida por nadie. Que los kelpers quieran ser o no británicos no es inherente a la causa por la soberanía del territorio en disputa.
El Reino Unido cambió varias veces el argumento del por qué están en Islas Malvinas. Si el criterio del Reino Unido es decir que tienen soberanía porque hay ciudadanos británicos mientras omite como llegaron a ser implantados en Malvinas es parte de la historia que prefieren omitir y mentir respecto a una soberanía que nunca tuvieron.
Las falsas autoridades, que usurpan Islas Malvinas, conforme a la voluntad británica, presentan a nuestras Islas, como un ¨país¨ con una bandera falsa y una fraudulenta causa de indeterminación de los kelpers, inaplicable en el caso de las Islas Malvinas. La propaganda colonialista intenta difundir estas infames mentiras a través de invitaciones a políticos de baja monta, periodistas de distintos países u organizando concursos para viajes promocionales a las Islas. Usan todo aquellos que les sirva para difundir la mentira colonialista concurriendo a ferias regionales como la uruguaya Expo Prado donde, desde un puesto publicitario, presentan a las Islas Malvinas como propias. Mientras encubren la despreciable invasión y usurpación británica al suelo argentino.
El Gobierno argentino o de Tierra del Fuego también debería presentar en los mismos eventos, otro puesto para difundir la verdadera historia sobre las Islas Malvinas e informar del atropello y la violación a la soberanía argentina que realiza el Reino Unido.
Mientras el Reino Unido desconoce el centenario y justo reclamo argentino por las Islas Malvinas. La oligarquía británica de los ¨Cabezas Blancas¨ pretenden que las autoridades argentinas se sometan a sus peticiones. En otras palabras Londres utiliza a un gobierno títere de falsos kelper, para que impongan y exijan mayores beneficios, al Gobierno argentino, a cambio de nada.
El Reino Unido un imperio anacrónico y en decadencia hoy se encuentra ante el Brexit, una gran oportunidad para la posición argentina respecto a Malvinas.
La pobre estrategia argentina de intentar seducir a los kelpers, enviándoles osos de peluche, ya fue intentada por el ex canciller Guido Di Tella durante el gobierno de Carlos Menem. Una patética estrategia que además de ingenua es muy fantasiosa, y desconoce que los kelpers son un grupo de individuos sometidos a un grupo de poder los ¨Cabezas Blancas¨ - funcionales al colonialismo británico- que no permitirán que nadie se subleve a la voluntad y deseos de Londres. A cambio de eso, los ¨Cabezas Blancas¨ reciben grandes beneficios monetarios producto del saqueo pesquero y la publicitada extracción de petróleo.
La causa por las Islas Malvinas no debe ser manchada por la politiquería ni usada como bandera partidaria.
La Cancillería argentina debería tener una estrategia diplomática más elaborada, respecto a Malvinas; a cargo de un grupo de especialistas que sepan aprovechar el Brexit, a favor, sin conceder tanto a cambio de nada ante la intransigencia del colonialismo británico.
El relato mentiroso británico presenta a la Argentina como el agresor en nuestras Islas Malvinas, cuando el Reino Unido es el usurpador, invasor y atacante de la soberanía argentina. Algunos creen que reclamar por las Islas Malvinas es agredir a los británicos, cuando es un reclamo justo y soberano por nuestro territorio usurpado por Gran Bretaña.
Si los argentinos no reclamos por lo nuestro nadie lo hará por nosotros. Las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwichs del Sur y espacios marítimos circundantes son argentinas.
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