La esperada salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) ya comenzó a debilitar la posición británica en materia de descolonización, después de que el Parlamento Europeo aprobara una ley en la que se define al peñón de Gibraltar como una “colonia”.
La Comisión Europea calificó el 4 de abril pasado, de “aceptable” la nueva definición de Gibraltar como una “colonia”. El Consejo de la UE, que reúne a los países del bloque, debe ahora dar su visto bueno formal al texto antes del 12 de abril.
Un portavoz del Gobierno español dijo que esta es “la primera vez que el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, es decir los Estados miembros, asumen que Gibraltar es una colonia, algo que ya reconoce Naciones Unidas”. Asimismo, añadió que es “un gran paso adelante para la posición y reivindicaciones de España”.
Por 502 votos a favor, 81 en contra y 29 abstenciones, los eurodiputados apoyaron el 4 de abril pasado, permitir a los ciudadanos británicos viajar al espacio de libre circulación europea Schengen para una estancia corta (90 días por cada 180 días) sin visado tras el “brexit”. Adicionalmente, la Eurocámara aprobó un reglamento que define Gibraltar como una “colonia de la Corona británica”. La referencia irritó a Gran Bretaña.
España cedió a Reino Unido el enclave tras una guerra en 1713, pero reclama su soberanía. Gibraltar era una “colonia de la Corona” cuando el Reino Unido entró en el bloque europeo en 1973, pero Londres reclasificó su estatus en la normativa europea como “territorio británico de ultramar” en 2002, el mismo con el que designa a las Islas Malvinas.
Los gibraltareños, cuya economía depende de una frontera abierta con España, votaron abrumadoramente por permanecer en la UE en el referéndum británico del “brexit” de 2016. En la actualidad allí viven 32.000 personas.
Tal como en el caso de las Islas Malvinas, reclamadas por la Argentina desde la usurpación del Reino Unido en 1833, Londres rechaza los reclamos de soberanía enarbolando ¨el derecho a la autodeterminación de los pueblos¨, ignorando que ambas poblaciones fueron implantadas por la fuerza. Y además tampoco jamás respetó ese derecho para los chagosianos que fueron expulsados ilegalmente de su isla Diego García. Recientemente la Corte Internacional de Justicia falló contra la posición británica de haber ocupado el archipiélago de Chagos y haber expulsado a sus isleños para rentarle la isla Diego García a Estados Unidos para que coloque una base militar.
La tramitación del nuevo reglamento europeo no estuvo exenta de polémica por la inclusión por el Consejo de la UE del término “colonia” para definir a Gibraltar, a petición de España, y por las presiones para aprobarlo antes del día 12 de abril, la actual fecha de retirada de Reino Unido del bloque.
Los 27 socios que quedarán en la UE tras la salida británica “obviamente se tienen que poner del lado de los miembros del club y no del lado del saliente, algo que estamos viendo no solamente con Gibraltar, sino sobre todo con Irlanda”, agregó la analista.
La adhesión de España a la entonces Comunidad Europea en 1986 se produjo 13 años después de la de los británicos, por lo que Madrid debió asumir el estatus impuesto por Londres para Gibraltar. Pero el “brexit” permite “restablecer verdades y hechos que fueron hábilmente puestos en un cajón de la historia cuando Reino Unido puso condiciones” para la entrada de España, dijo el secretario de Estado español para la UE, Luis Marco Aguiriano.
Cuando los europeos adoptaban una legislación que hacía referencia a este estratégico enclave del sur de la península Ibérica se limitaban hasta ahora a precisar que existe “una controversia entre España y Reino Unido respecto a la soberanía”.
La inclusión en un reglamento de la UE que “Gibraltar es una colonia de la Corona británica” supone así un paso en favor de la posición española.
A pesar de no ser antecedentes decisivos, los argumentos fortalecen la posición argentina que apunta a recuperar la soberanía sobre las islas Malvinas.
Estos antecedentes sin dudas favorecen la posición argentina que sostiene ( no existe autodeterminación de los pueblos a costa de la integridad territorial de un país) es decir que un país no puede ser seccionado contra su voluntad, cayendo la pretensión británica de sostener la posición colonial desvirtuando el concepto de la autodeterminación de los pueblos para los kelpers, que además de no ser pueblo, es una colonia sobre un suelo que el país usurpador implantó luego de invadir las islas Malvinas y luego expulsar ilegalmente al país soberano que las ocupaba a pesar del pleno reconocimiento de la soberanía argentina por parte de Gran Bretaña en 1825.
Con los fallos de la Corte Internacional de Justicia como el de la Unión Europea debilita, cada vez más, a la posición británica, que solo ocupa ilegalmente territorios de otros país y pretenden algún tipo de reconocimiento de su acto ilegal. En tanto en Naciones Unidas, Argentina lleva el reclamo todos los años donde la argumentación británica es rechazada por el Comité de Descolonización de la UN.
Con los fallos de la Corte Internacional de Justicia como el de la Unión Europea debilita, cada vez más, a la posición británica, que solo ocupa ilegalmente territorios de otros país y pretenden algún tipo de reconocimiento de su acto ilegal. En tanto en Naciones Unidas, Argentina lleva el reclamo todos los años donde la argumentación británica es rechazada por el Comité de Descolonización de la UN.
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