Islas Aland: ¿lección para las Malvinas?
Las Islas Aland, ubicadas a la entrada del Golfo de Botnia, entre Suecia y Finlandia, se encuentran bajo soberanía finlandesa desde 1921. Pese a ello, sus habitantes hablan sueco, son étnicamente sueco-finlandeses y gozan de una autonomía importante dentro de la organización política de Finlandia. Esto se debe a que estuvieron bajo soberanía sueca y rusa, siendo también objeto de disputa entre las potencias por su ubicación geográfica. Por tal motivo, se firmó la Convención sobre la Desmilitarización y Neutralización de las Islas Aland, que fue ratificada por varios Tratados y Convenciones en 1921, 1940, 1947 y 1977. Asimismo, cuando la Liga de las Naciones reconoció la soberanía de Finlandia en 1921, rechazó la aplicación del principio de libre determinación de los pueblos y exigió que se respetara el uso del idioma sueco y otros aspectos relacionados a los intereses de los isleños. Adelantándose a esta decisión, dicho país aprobó una ley que otorgaba derechos y garantías a los habitantes de las islas y regulaba la relación entre ambas entidades políticas. Esta norma fue mejorada y ampliada a través de sucesivas reformas en 1922, 1952 y 1991.