domingo, 30 de septiembre de 2012

Fallecimiento del contralmirante Carlos Cesar Büsser


Fallecimiento del contralmirante Carlos Cesar Büsser 

Carlos Alberto César Büsser había nacido en Rosario, Provincia de Santa Fe, el 10/01/1928. De muy joven se incorporó a la Armada Argentina en la Escuela Naval Militar, integrándose a la Infantería de Marina, en 1947, egresando en 1951. Falleció a los 84 años de edad, el sábado 29/09/2012 a causa de un infarto en su domicilio de la Ciudad de Buenos Aires, donde cumplía arresto domiciliario a causa de su edad y su grave situación de salud. En 1982, con la jerarquía de contraalmirante, estuvo a cargo de la Operación Rosario en la cual el 3° Batallón de Infantería de Marina que se encontraba a sus órdenes operativas y que contaba entre sus hombres destacados con la presencia del Capitán de Fragata Pedro Edgardo Giachino (único caído en la operación) y el Teniente de Navío Buzo Táctico Diego Fernando García Quiroga el 2 de abril desembarcó en las Islas Malvinas y logró la rendición del gobernador británico Rex Hunt. Luego de la guerra, el 20 de septiembre de 1982, fue designado Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, cargo que ejrció hasta el 15 de diciembre de 1983, cuando pasó a situación de retiro efectivo. Este héroe y defensor de Malvinas fue castigado desde 2009 con prisión domiciliaria por causas en las que el gobierno kirchnerista es muy partidario y tanto más si es  referido al pasado de cualquier persona que halla sido parte de las Fuerzas Armadas hace más de treinta años atrás.

En Malvinas 

Capitán de Fragata Pedro Edgardo Giachino
 "En las operaciones anfibias, el día comienza en las últimas horas de la noche, cuando los hombres se preparan para entrar en combate, desayunan, toman su armamento y se dirigen a los lugares de embarco", señaló el contraalmirante, refiriéndose al 1 de abril de 1982, a pocas horas de producirse el asalto contra la capital del archipiélago Puerto Argentino. Los infantes de marina a su cargo -y otros efectivos del ejército y la armada- habían llegado a la costa de las islas en dos buques de desembarco: el Cabo San Antonio y el Santísima Trinidad. Además participaron el rompehielos Almirante Irizar y el submarino Sante Fe. En total había decenas de vehículos armados y cientos de efectivos, incluyendo unos 80 miembros de las fuerzas especiales. "Durante la travesía hacia las islas nos acompañó un fuerte temporal, casi hasta el momento de llegar", recuerda Büsser. "La masa de tropas en el buque de desembarco de tanques del ARA Cabo San Antonio tenía experiencia en ejercicios anfibios anteriores, de modo que su adaptación a las malas condiciones del mar fue buena (...) En las horas previas a la operación todos se veían muy tranquilos, concentrados en preparar el armamento y los jefes de fracciones enfocados en sus planes y estudio de los objetivos", señaló. Tras haber preparado la maniobra numerosas veces con anterioridad, ya se sabía que una vez que se diese la orden de embarco el personal sólo tardaría 18 minutos en estar listos para desembarcar. Y así fue en la mañana del 2 de abril.

La punta de lanza 

La punta de lanza de la operación fueron ocho buzos tácticos que salieron aproximadamente a las 0400 del 2 de abril del submarino Santa Fe, comandado por el capitán Horacio Bicaín. "Ellos tenían que marcar la playa para el desembarco de las tropas y vehículos". "Nosotros habíamos llegado a las aguas de las islas el 30 de marzo, porque inicialmente la operación estaba prevista para el 1 de abril. Pero las malas condiciones meteorológicas pospusieron todo 24 horas", recuerda Bicaín. La operación de toma dividía a las fuerzas argentinas en dos. La primera, que consistía de tropas y vehículos armados llegaría por el norte a Puerto Argentino. "Al llegar a tierra se adoptó un dispositivo de seguridad, ya que el enemigo que esperábamos en la playa no daba señales de presencia. Cuando estábamos por ingresar a Puerto Argentino recibimos fuego. La vanguardia desembarcó de sus vehículos y rechazó el ataque obligando a los soldados británicos a retirarse", afirma Büsser. Pero simultáneamente hubo un pequeño grupo de fuerzas especiales que trataba de lograr un objetivo crucial: tomar la casa del gobernador y lograr la rendición.

La rendición de Rex Hunt (gdor. ilegal de Malvinas en 1982) 

"La gran dificultad era que, según nuestra inteligencia, los británicos no se iban a rendir sin haber sufrido o habernos causado bajas, por lo que la única solución era lograr que se rindieran antes de que comenzara o se generalizara el combate", recuerda Büsser. "Por eso ordené que el grupo del Capitán (Pedro) Giachino presionara al señor (Rex) Hunt (gobernador ilegal de las islas) con el objeto de quebrar su voluntad y lograr una rápida rendición", apunta. ¿Pero cómo se quiebra la voluntad de una personas en esas condiciones? "Giachino y sus hombres cumplieron acabadamente esa exigencia. Hicieron fuego nutrido sobre la parte superior de las ventanas de la casa de Hunt, y en particular sobre el despacho donde estaba el mismo Hunt, obligándolo a tirarse debajo del escritorio", explica el contraalmirante argentino. "Por esa razón, cuando llegué al despacho de Hunt, ya estaba decidido a rendirse y a mí me quedó sólo presionarlo un poco para que lo hiciera", añade Büsser. Diversas fuentes históricas sobre este hecho coinciden que fue a las ocho de la mañana del 2 de abril de 1982 cuando se dio la rendición y la fuerza militar argentina asumió el control. Es decir, unas cuatro horas después del primer desembarco. Giachino y otros dos efectivos argentinos estaban heridos cuando terminó el asalto. Giachino, de hecho, no sobreviviría convirtiéndose en la única baja de la operación. "Ellos estuvieron en esa situación por cumplir mis órdenes (...) la imagen de esos tres heridos me acompañará por siempre", afirma Büsser.

Bandera blanca para los kelpers 

A los isleños se les dio la instrucción de mantenerse dentro de sus hogares y en caso de necesitar comunicarse con un efectivo argentino debían poner un trapo blanco en la puerta. "La señora operadora de la central telefónica colocó el mencionado trapo para informar que tenía que cumplir un turno a las doce horas. Un soldado la acompañó a la oficina respectiva donde llegó puntualmente a horario", asegura Büsser. Las tropas del contraalmirante tenían la misión de tomar las islas y de regresar al continente lo más pronto posible. Efectivos del ejército serían los que quedarían en las islas. "Algunas de las tropas de desembarco durmieron esa misma noche (del 2 de abril) en Mar del Plata. El último soldado se replegó en avión antes del mediodía del 3 de abril", afirma el militar.

La hora del té 

Durante la operación de retorno a Argentina, Büsser recuerda que se dio un episodio sorprendente. "Recibí por radio un pedido desde uno de los vehículos informándome que habían sido invitados a entrar a una casa para tomar una taza de té. Contesté negativamente". "Al poco rato salió una señora con una gran bandeja que invitó a las tripulaciones que estaban en los vehículos a tomar el té ofrecido. Creo que esta conducta de buena relación recíproca era el resultado del comportamiento respetuoso de mis hombres", aseveró Büsser.. "Creo que la decisión de recuperar Malvinas y las Georgias fue correctamente adoptada por el gobierno argentino. Si con posterioridad cometimos errores de ejecución y se perdió el enfrentamiento militar ello no le quita valor al mensaje que para siempre envió Argentina al gobierno británico, sobre nuestra determinación de recuperar las islas".

lunes, 24 de septiembre de 2012

Bicentenario de una batalla de la Batalla de Tucumán


Bicentenario de una batalla decisiva, la Batalla de Tucumán

 Hoy se recuerda el triunfo de Manuel Belgrano en Tucumán, de gran importancia para la conformación del territorio argentino y la consolidación de la Revolución de 1810 Hoy es el bicentenario de la Batalla de Tucumán En 1812, meses después de haber izado la bandera en las barrancas del Paraná, Manuel Belgrano desobedeció las órdenes del Triunvirato, engañó al general español Tristán y cosechó, en Tucumán, el primer triunfo argentino del Norte -le seguiría la Batalla de Salta-. Según la historiadora María Sáenz Quesada, estas dos batallas fueron decisivas para conformar el actual territorio argentino. "Además -explicó- el paso del ejército de Belgrano fue comprometiendo a las diferentes poblaciones en la seriedad de lo que se había emprendido en 1810."

Para Bartolomé Mitre, la Batalla de Tucumán fue gloriosa porque "contribuyó de una manera muy directa y eficaz al triunfo de la independencia americana".

En agosto, Belgrano llegaba desde Jujuy con un ejército de 1500 hombres, perseguido por el general realista Tristán -un criollo de Arequipa- y sus 4000 soldados. Aunque el Triunvirato le había ordenado abandonar Tucumán y replegarse en Córdoba, Belgrano decidió desobedecer al gobierno y enfrentar a la avanzada realista.

"Si desobedecía y fracasaba lo podían fusilar -contó Quesada-, pero los hechos fueron favorables e hicieron que Rivadavia no pudiera exigirle una respuesta."

Su estrategia fue hacer que el general enemigo creyera que se dirigía directamente a Santiago del Estero, abandonando Tucumán.

Sin embargo, lo esperó cerca de esa ciudad, mientras Juan Ramón Balcarce reunía gente y armas. En doce días, Belgrano organizó las tropas, a las que se habían sumado vecinos tucumanos y grupos de Catamarca y Santiago del Estero.

"Belgrano supo valorar las devociones locales, como la Virgen de la Merced, a la que le dedicó el triunfo -explicó Sáenz Quesada-; eso lo ayudó a consolidarse entre la población. Combinó las ideas de la Ilustración con las prácticas religiosas heredadas de los españoles.

"El general Belgrano, que según Sáenz Quesada "sabía escuchar y hacerse aconsejar", fue asesorado en la batalla por el Barón de Holmberg, a cargo de la artillería. La estrategia militar adoptada en la lucha fue elogiada por el general José María Paz en sus Memorias.

El 23 de septiembre, el general Tristán y su ejército llegaron a la ciudad y encontraron a Belgrano. El 24, a pesar de que los realistas duplicaban en número a los criollos, no lograron derrotarlos. El 25, Tristán se dio por vencido y se retiró hacia Salta.

"Desde el presente, se puede rescatar la responsabilidad de desobedecer que tienen los jefes cuando las circunstancias lo exigen y la gran solidaridad del pueblo."

 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Malvinas: frustran maniobra británica en foro hemisférico


Malvinas: diputados frustraron una maniobra inglesa en foro hemisférico

La discusión por la soberanía de las Islas Malvinas es una pelea que se da en todos los frentes. Hasta en los lugares más inesperados. Esa es la conclusión a la que llegó el grupo de seis diputados argentinos que asistió a la IX Asamblea Plenaria de ParlAméricas, un foro que reúne una vez al año a los parlamentarios de las 35 naciones del hemisferio. La asamblea se realizó en el hotel Sheraton de la ciudad de Panamá entre el 30 de agosto y el 1º de septiembre. La delegación argentina se topó con una sorpresa apenas intentó acreditarse. Entre los inscriptos que querían participar de las actividades oficiales de la cumbre se encontraban dos legisladores británicos. Se presentaban como kelpers y decían representar a la Asamblea Legislativa de las Malvinas. La aceptación de los isleños como participantes de ParlAméricas hubiera significado un precedente para el reconocimiento de las islas como un Estado autónomo, como pretenden los kelpers. Habría sido una derrota diplomática para la Argentina. La complejidad del escenario, que además era impensado, porque los temas de la cumbre eran medio ambiente y cuestiones de género, hizo que los seis diputados argentinos se movieran en bloque, más allá de las diferencias partidarias. La presión argentina logró el apoyo de la mayoría de las delegaciones y los isleños no fueron acreditados como miembros plenos.
La delegación de la Cámara de Diputados que viajó a Panamá estaba compuesta por los salteños Walter Wayar (PJ Federal) y José Vilariño (FPV), las neuquinas Alicia Comelli y Olga Guzmán (ambas del MPN), la catamarqueña Mariana Veaute (FCyS) y la pampeana María Regazzoli (PJ). Cuando se encontraron con los dos legisladores kelpers, que llevaban credenciales con la frase “Falklands islands”, los seis legisladores informaron a la embajadora argentina en Panamá, Ana Berta. Luego hicieron un planteo al coordinador de ParlAméricas, el diputado canadiense Randy Hoback. También dieron aviso al titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, el mendocino Guillermo Carmona, quien se encontraba en la Argentina. La decisión de conjunto fue no abandonar un foro en el que iban a estar representados todos los países del continente americano –incluyendo a México, Canadá y EE UU– pero al mismo tiempo ser inflexibles en el reclamo: los legisladores kelpers no podían ser aceptados como parte de la Asamblea de ParlAméricas.
Tras la sorpresa inicial, porque los legisladores habían viajado a Panamá con la expectativa de discutir temas que no formaban parte de la agenda más sensible de la política exterior, la delegación argentina comprendió que los británicos –y con ellos los dos kelpers– habían elegido ParlAméricas para intentar una victoria diplomática. La presencia de los dos miembros de la Asamblea Legislativa de Malvinas pretendía dar un paso más en la estrategia que los británicos ya habían desplegado ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, que sesionó en Nueva York el 14 de junio. En aquella reunión, a la que asistió por primera vez un jefe de Estado argentino (la presidenta Cristina Fernández), dos integrantes de la Legislatura kelper actuaron como "peticionarios" ante el Comité. Sus argumentos habían sido el principio de la autodeterminación y la supuesta "autonomía" del gobierno isleño respecto de Londres.
Atento a esos antecedentes, y con la certeza de que habilitar la participación de los dos kelpers en un foro interamericano implicaría un serio precedente para el futuro, los seis diputados se presentaron ante el coordinador de ParlAméricas. Le advirtieron que si los legisladores isleños eran aceptados como miembros plenos de la Asamblea, la Argentina se retiraría de ParlAméricas. Mientras el canadiense Hoback y su segundo, el diputado de Panamá Víctor Juliao, evaluaban qué hacer (el primero inicialmente mostró cierta predisposición a favor de los kelpers), los diputados argentinos buscaron el apoyo de sus pares de América Latina. "La Embajada y la Cancillería se movieron enseguida, hablaron con las Cancillerías de otros países, y nosotros también hicimos lo propio. Ecuatorianos, salvadoreños, chilenos, colombianos, cubanos, la mayoría entendía la gravedad de la situación. Y sus Cancillerías les hicieron llegar la disposición de que si nosotros nos levantábamos de la sesión y abandonábamos la Asamblea, ellos debían acompañarnos", contó la diputada neuquina Alicia Comelli. "Tuvimos el apoyo incondicional de todos los países, o por lo menos de la gran mayoría", coincidió la diputada Olga Guzmán, también neuquina.
Los diputados argentinos vivieron el debate con cierta tensión. Poco después de llegar al escenario elegido para el foro, el centro del convenciones del Hotel Sheraton, comprobaron que no sólo debían lidiar con los legisladores kelpers. Entre los miembros observadores de la IX Asamblea de ParlAméricas había varios funcionarios de la embajada de Gran Bretaña en Panamá. "Se percibió una activa presencia de la Embajada británica", confió el diputado mendocino Guillermo Carmona, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores. La coincidencia en un mismo espacio físico con los dos diputados isleños disparó varias situaciones algo incómodas: uno de los legisladores de la Asamblea kelper se presentó ante la diputada Guzmán como "representante de las Islas Falklands". "Yo le contesté que las Islas Falklands no existen como Estado autónomo o independiente. Que son las Malvinas y que son argentinas", relató Guzmán a este diario.
Con el apoyo de la mayoría de las delegaciones, los argentinos finalmente lograron que los dos kelpers no tuvieran derecho a voto. Tampoco se les permitió emitir opinión. Sólo pudieron quedarse en condición de observadores. "Nosotros, los argentinos, teníamos la curiosidad de querer participar en esos ámbitos parlamentarios, donde a diferencia del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), están también México, EE UU y Canadá. Tal vez alguno de los británicos, o de los isleños, pensó que era una buena oportunidad para tratar de hacerse de una silla en ese ámbito. Pero, bueno, al final logramos que el presidente, que es canadiense, entendiera cuál era la situación para nosotros", analizó Comelli. "Para mí fue una avivada de los británicos. Porque los organizadores aceptaron que Inglaterra mande observadores, y ellos, en vez de mandar los tradicionales observadores, les dijeron que se presentaran como representantes de la Asamblea de las Falklands", agregó la diputada.
La intervención de los legisladores argentinos en ParlAméricas tuvo mucha visibilidad. Desplegaron documentos, recordaron las declaraciones de las Naciones Unidas exhortando a negociar a las dos partes, mencionaron los respaldos a la soberanía argentina de otros bloques y espacios regionales, como CELAC, Mercosur, Unasur, BRICS y el G-77. Tras conseguir que los dos kelpers no fueran aceptados como miembros –con derecho a opinar en el debate y emitir voto– la delegación regresó a Buenos Aires con una mezcla de alivio y satisfacción. Diez días después de terminado el foro, el coordinador de ParlAméricas envió una carta formal dirigida a las diputadas Comelli y Regazzoli. "Soy consciente de que se presentó una situación incómoda", reconoció Hoback en el segundo párrafo. "Quiero agradecerles con la mayor sinceridad que hayan manifestado su punto de vista de manera tan respetuosa y cordial, y que se hayan ofrecido al diálogo franco que permitió superar exitosamente el inconveniente. Valoro profundamente la participación de Argentina en ParlAméricas", subrayó el canadiense en su carta, enviada desde Ottawa. «

Por la "declaración de ushuaia"

Aunque no se esperaban un debate por Malvinas, la presencia de los dos legisladores kelpers no tomó desprevenidos al grupo de seis argentinos. Este año, a partir de la decisión oficial de priorizar la acción diplomática por Malvinas como uno de los objetivos más importantes de la política exterior, los diputados acordaron que en cada viaje fuera del país difundirían la Declaración de Ushuaia, el compromiso conjunto de casi todos los bloques partidarios con el reclamo por la soberanía argentina sobre las islas y el espacio marítimo circundante. El único partido con representación parlamentaria que se negó a firmar la Declaración de Ushuaia fue el PRO. Tampoco viajaron a la reunión anual del comité de Descolonización, donde se pretendía mostrar que el reclamo argentino es una política de Estado que trasciende las diferencias internas.

Militares británicos agitan el fantasma de otra guerra por Malvinas


Militares británicos agitan el fantasma de otra guerra en Malvinas para pedir más presupuesto

Lo hacen ex comandantes y altos jefes de las fuerzas armadas, luego del duro recorte decidido por el Gobierno de Cameron. La respuesta del Ministerio de Defensa local.
En su campaña contra los recortes en el Ministerio de Defensa británico, el lobby militar de ex comandantes y altos jefes de las fuerzas armadas han vuelto a utilizar la posibilidad de una segunda guerra en las Malvinas como excusa para impedirlos. Malvinas es uno de los escenarios elegidos como posible por el comandante Andrew Lambert, donde la "debilidad" británica puede ser fatal en un eventual conflicto, cuando las islas "están otra vez en la mira argentina".
La Asociación Nacional de Defensa británica (UNKDA, sus siglas en inglés), un grupo de presión encabezado por ex altos jefes militares, llamó al primer ministro británico David Cameron a frenar "los peligrosos" recortes en defensa, si no quiere pasar a la historia como "el hombre culpable". Alertan que Gran Bretaña caerá en "la declinación y la irrelevancia", si los recortes del 7,5 por ciento en el Ministerio de Defensa se llevan a cabo. Dejará a Gran Bretaña sin portaaviones por 10 años, costará 30.000 puestos de trabajo y las fuerzas armadas quedarán reducidas a 82.000 hombres, advierten.
"Aunque Argentina ha expresado su intención de 'recuperar' las Falkland(sic) (Malvinas) de manera pacífica, las intenciones pueden, por supuesto, cambiar en un instante", dice el informe. Después detalla que "bajo severa presión económica", el Gobierno argentino "en el 30 aniversario del conflicto, eligió revitalizar los reclamos de Malvinas por medios diplomáticos, los medios de comunicación y la coerción legal".
El comandante Lambert, uno de los autores, destaca las amenazas argentinas a las actividades ilegales de exploración petrolera en territorio continental argentino, el apoyo militar y nuclear de China al Gobierno de Cristina Kirchner y el potencial de la inversiones petroleras chinas en el área. También enumera las debilidades británicas logísticas y operacionales en una eventual operación militar en las Islas, con la participación de las fuerzas especiales argentinas y el apoyo de Rusia y China.
Las otras potenciales hipótesis de conflicto para los militares británicos son una confrontación con el presidente de Rusia Putin, una amplia crisis humanitaria en la África subsahariana, un incidente de piratería, crisis en el Medio Oriente, un conflicto con India y Paquistán, una confrontación con China y un escenario aun más global en 2025, con las fuerzas europeas reducidas y un Estados Unidos ambivalente.
"En cada uno de estos casos, uno queda con el inconfortable sentimiento de que nosotros en Gran Bretaña estamos pobremente ubicados, o muy débiles para reaccionar o tan lejos de las decisiones de autoridad que todo lo que podemos hacer es reaccionar. No podemos más tomar la iniciativa", argumentó el comandante. "Tristemente, lejos de ser fuerte y resuelta, Gran Bretaña tendrá que pelear con más frecuencia por ser percibida como débil e irresoluta. Ciertamente, ¿esta es una impresión preocupante y que el gobierno dolorosamente rectificara?", se preguntó.
"Si nuestros políticos quieren que Gran Bretaña se vuelva otra Holanda o Bélgica, nuestra insular posición geográfica impide esto. Si nuestras rutas de comercio son seriamente afectadas, o cortadas, vamos a tener hambre muy rápidamente. Simplemente, volvernos un poder social demócrata de cuarta categoría no es una honorable posición para un poder pos imperial como Gran Bretaña, con responsabiidades globales e intereses comerciales", prosiguió.
El desarme que quiere imponer la coalición de gobierno conservadora liberal demócrata, con recortes del 20 por ciento en la infantería, 14 por ciento en la Marina y 13 por ciento en la fuerza aérea, sólo será justificable si el resto del mundo se desarma e incluso requiere precaución y medición de riesgo, según el comandante.
El informe, además de asegurar que la seguridad de Gran Bretaña está "seriamente comprometida" por los recortes presupuestarios, llama a un debate nacional sobre el tema.
Otros de los generales que participaron en el informe son Sir Michael Rose, condecorado en Bosnia y en Malvinas y quien negoció la rendición argentina en la guerra en la capital de las islas, y el vicealmirante Sir Jeremy Blackham, ex vicecomandante del estado mayor conjunto.
El Ministerio de Defensa británico consideró al documento "interesante", pero subestimó las hipótesis de conflicto planteadas. El ministro de las fuerzas armadas, Andrew Robathan, dijo que "duras y necesarias decisiones deben ser adoptadas para enfrentar el agujero negro multimillonario del Ministerio de Defensa". Recordó que siguen teniendo uno de los más grandes presupuestos militares del mundo, con fuerzas armadas "alta y formidablemente entrenadas".

lunes, 3 de septiembre de 2012

Brasil obsequió cuatro mapas históricos de Malvinas a la Argentina


Cuatro mapas de las Islas Malvinas del siglo XVIII vuelven a la Argentina

El gobierno de Brasil los obsequió a la Argentina; y pertenecen a la colección Pedro de Angelis, previos a la usurpación británica

Cuatro copias certificadas de mapas de las Islas Malvinas del siglo XVIII, previas a la usurpación británica pertenecientes a la colección Pedro de Ángelis de la Biblioteca Nacional de Brasilia, fueron entregadas, el Martes 28 de agosto de 2012, por la Cancillería brasileña a la Argentina en el encuentro bilateral que se desarrolla en la capital de este país.
"Es un acto de amor y solidaridad con valor histórico, simbólico y político", destacó el secretario de Cultura argentino, Jorge Coscia, durante la reunión con su par de Brasil, la ministra Ana de Hollanda.
Se tratan de copias del siglo XVIII anteriores a la usurpación británica en Malvinas y escritos por navegantes españoles, según explicó Ezequiel Grimson, director de Cultura de la Biblioteca Nacional, institución que albergará estos documentos.
La singularidad cartográfica da cuenta de un hallazgo histórico. "El mapa fechado en 1770 está íntimamente relacionado con la expedición española que expulsa ese año a los ingleses de las islas", agregó Grimson, quien recibió las copias en nombre de la Biblioteca Nacional.
Luego de la derrota francesa en la Guerra de los Siete Años, donde perdió casi todo su imperio colonial a manos de los ingleses, Francia emprendió la reconstrucción de su poder y, a expensas de España, consideró colonizar las Malvinas.
El primer fundador fue el francés Louis Antoine de Bougainville quien el 31 de enero de 1764 arribó a las islas, a las que nombró Illes Malouines, en marzo fundó una colonia en la isla Soledad que llamó Port Saint-Louis y el 5 de abril de 1764 tomó posesión formal del territorio en nombre de Luis XV.
Sin embargo, la corte española reclamó su derecho sobre estas tierras a la que Francia accede rápidamente mientras que Bougainville acepta una indemnización en concepto de resarcimiento por el abandono de las instalaciones.
En tanto, la corona británica, consciente de que las islas eran clave para sus intereses comerciales, organizó una expedición secreta al archipiélago para evitar los reclamos españoles.
Este documento indica la primera recuperación española de las islas en 1770 A cambio, los argentinos entregaron al presidente de la Fundación Biblioteca Nacional de Brasil, Galeno Amorim, la edición facsimilar de La estrella del sur (The Southern Star), periódico de las fuerzas de ocupación británica en Montevideo en 1807.


Proyecto en conjunto

En 2009 ambas bibliotecas nacionales crearon el proyecto conjunto Biblioteca Virtual Pedro de Ángelis el primer emprendimiento transnacional de este tipo en América del Sur que recoge el patrimonio documental que acopió una de las figuras de la ciencia histórica argentina en el siglo XIX.
Considerado uno de los primeros historiadores del país, De Angelis publicó documentos inéditos y fundó los periódicos Crónica política y literaria de Buenos Aires, en 1827 y El Lucero, en 1829. Además, inauguró el género de la biografía en la Argentina.
"De Ángelis fue un periodista que estuvo 20 años al servicio de Juan Manuel de Rosas. Llegó al Río de la Plata a fines de la década de 1820 traído por Bernardino Rivadavia y durante el gobierno rosista fue el responsable de las publicaciones que hace el estado de Buenos Aires", puntualizó Grimson.
Como archivista acopió documentos de los siglos XVII y XVIII que estaban en ese entonces en la ciudad, como estos mapas. Una de sus publicaciones, Obras y documentos, incluye los primeros diccionarios guaraníticos que escriben los padres jesuitas y crónicas de las expediciones a la Patagonia y el Alto Perú.

Sitios Afiliados

Archivo General

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