En 1982 Joe Biden, el actual presidente electo de Estados Unidos, culpaba a la Argentina por la guerra y apoyó firmemente a Gran Bretaña durante el conflicto armado.
Luego de que se desatara la Guerra de las Malvinas, EE.UU. se encontraba ante un conflicto entre dos países que, a priori, consideraba aliados: el Reino Unido, con quien estaba aliado en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y Argentina, país de su mismo hemisferio y al que militarmente lo unía el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), firmado incluso antes de la creación de la OTAN.