Lo hacen ex comandantes y altos jefes de las fuerzas armadas, luego del duro recorte decidido por el Gobierno de Cameron. La respuesta del Ministerio de Defensa local.
En su campaña contra los recortes en el Ministerio de Defensa británico, el lobby militar de ex comandantes y altos jefes de las fuerzas armadas han vuelto a utilizar la posibilidad de una segunda guerra en las Malvinas como excusa para impedirlos. Malvinas es uno de los escenarios elegidos como posible por el comandante Andrew Lambert, donde la "debilidad" británica puede ser fatal en un eventual conflicto, cuando las islas "están otra vez en la mira argentina".
La Asociación Nacional de Defensa británica (UNKDA, sus siglas en inglés), un grupo de presión encabezado por ex altos jefes militares, llamó al primer ministro británico David Cameron a frenar "los peligrosos" recortes en defensa, si no quiere pasar a la historia como "el hombre culpable". Alertan que Gran Bretaña caerá en "la declinación y la irrelevancia", si los recortes del 7,5 por ciento en el Ministerio de Defensa se llevan a cabo. Dejará a Gran Bretaña sin portaaviones por 10 años, costará 30.000 puestos de trabajo y las fuerzas armadas quedarán reducidas a 82.000 hombres, advierten.
"Aunque Argentina ha expresado su intención de 'recuperar' las Falkland(sic) (Malvinas) de manera pacífica, las intenciones pueden, por supuesto, cambiar en un instante", dice el informe. Después detalla que "bajo severa presión económica", el Gobierno argentino "en el 30 aniversario del conflicto, eligió revitalizar los reclamos de Malvinas por medios diplomáticos, los medios de comunicación y la coerción legal".
El comandante Lambert, uno de los autores, destaca las amenazas argentinas a las actividades ilegales de exploración petrolera en territorio continental argentino, el apoyo militar y nuclear de China al Gobierno de Cristina Kirchner y el potencial de la inversiones petroleras chinas en el área. También enumera las debilidades británicas logísticas y operacionales en una eventual operación militar en las Islas, con la participación de las fuerzas especiales argentinas y el apoyo de Rusia y China.
Las otras potenciales hipótesis de conflicto para los militares británicos son una confrontación con el presidente de Rusia Putin, una amplia crisis humanitaria en la África subsahariana, un incidente de piratería, crisis en el Medio Oriente, un conflicto con India y Paquistán, una confrontación con China y un escenario aun más global en 2025, con las fuerzas europeas reducidas y un Estados Unidos ambivalente.
"En cada uno de estos casos, uno queda con el inconfortable sentimiento de que nosotros en Gran Bretaña estamos pobremente ubicados, o muy débiles para reaccionar o tan lejos de las decisiones de autoridad que todo lo que podemos hacer es reaccionar. No podemos más tomar la iniciativa", argumentó el comandante. "Tristemente, lejos de ser fuerte y resuelta, Gran Bretaña tendrá que pelear con más frecuencia por ser percibida como débil e irresoluta. Ciertamente, ¿esta es una impresión preocupante y que el gobierno dolorosamente rectificara?", se preguntó.
"Si nuestros políticos quieren que Gran Bretaña se vuelva otra Holanda o Bélgica, nuestra insular posición geográfica impide esto. Si nuestras rutas de comercio son seriamente afectadas, o cortadas, vamos a tener hambre muy rápidamente. Simplemente, volvernos un poder social demócrata de cuarta categoría no es una honorable posición para un poder pos imperial como Gran Bretaña, con responsabiidades globales e intereses comerciales", prosiguió.
El desarme que quiere imponer la coalición de gobierno conservadora liberal demócrata, con recortes del 20 por ciento en la infantería, 14 por ciento en la Marina y 13 por ciento en la fuerza aérea, sólo será justificable si el resto del mundo se desarma e incluso requiere precaución y medición de riesgo, según el comandante.
El informe, además de asegurar que la seguridad de Gran Bretaña está "seriamente comprometida" por los recortes presupuestarios, llama a un debate nacional sobre el tema.
Otros de los generales que participaron en el informe son Sir Michael Rose, condecorado en Bosnia y en Malvinas y quien negoció la rendición argentina en la guerra en la capital de las islas, y el vicealmirante Sir Jeremy Blackham, ex vicecomandante del estado mayor conjunto.
El Ministerio de Defensa británico consideró al documento "interesante", pero subestimó las hipótesis de conflicto planteadas. El ministro de las fuerzas armadas, Andrew Robathan, dijo que "duras y necesarias decisiones deben ser adoptadas para enfrentar el agujero negro multimillonario del Ministerio de Defensa". Recordó que siguen teniendo uno de los más grandes presupuestos militares del mundo, con fuerzas armadas "alta y formidablemente entrenadas".
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