Continúan los vuelos militares británicos en Brasil, hacia y desde de las Islas Malvinas. Mientras Brasil niega coopera con los británicos, la ayuda brasileña viola los acuerdos entre los dos países en las áreas de Mercosur y Unasur respecto al reclamo argentino por Malvinas.
El 6 de abril, pasado un avión británico Hércules de la Royal Air Force fue fotografiado cuando estuvo estacionado durante una hora y media en el aeropuerto Salgado Filho de Porto Alegre, capital del estado de Rio Grande do Sul, lugar fronterizo con Argentina y Uruguay. Las fotos registran cuando el avión es abastecido y dos militares británicos esperan en el exterior la finalización del procedimiento sobre la aeronave.
En 2015 se detectaron doce vuelos militares británicos y en 2016 seis. Ante el reclamo de la Cancillería argentina, por esta cooperación brasileña con los británicos, la diplomacia brasileña dijo desconocer la existencia de dichos vuelos británicos y luego en consonancia con los británicos la atribuyen a ¨cuestiones humanitarias¨, como única excusa, incomprobable, con la que pueden justificar estas escalas militares británicas, que no son más que una artimaña para seguir asistiendo a los británicos para sostener el enclave colonial en Islas Malvinas.
Lo cierto es que la ayuda brasileña viola los acuerdos entre los dos países en las áreas de Mercosur y Unasur.
De esta forma, Reino Unido consiguió otro triunfo en la región sumando a otro socio en su atropello colonial sobre Islas Malvinas, Georgias y Sandwichs del Sur. Ahora además de la ayuda chilena, cuentan con la cooperación brasileña, quién mientras dice apoyar el reclamo argentino comprometiéndose a respetar el acuerdo con Argentina, no permitiendo vuelos militares británicos, los acepta y le facilita al colonialismo británico afianzarse aún más en la región.
La diplomacia británica está llevando a cabo una política regional de debilitamiento al apoyo de la posición argentina, respecto a la cuestión Malvinas. Hace tiempo logró la cooperación de los trasandinos, ahora lograron la cooperación brasileña, quien opta por asistir los vuelos militares del colonialismo británico en el Atlántico Sur. Si a esto le sumamos una débil reacción argentina, demostrando que no importa tanto el tema Malvinas, y se deja que el Reino Unido siga captando voluntades, el reclamo argentino quedará solo en un mero formalismo, y las actitudes colaboracionistas hacia los británicos seguirán aumentando y consolidándose en toda la región.
Brasil siente que no tiene ningún costo seguir asistiendo a los británicos, y eso demuestra que la posición argentina respecto a Malvinas se está debilitando.
Brasil siente que no tiene ningún costo seguir asistiendo a los británicos, y eso demuestra que la posición argentina respecto a Malvinas se está debilitando.
Sin un reclamo argentino contundente a la diplomacia brasileña - bajo amenaza de romper las relaciones diplomáticas -, dichos vuelos militares británicos seguirán sucediendo e incrementando. Es hora que Brasil elija entre cooperar con la Argentina o con el Reino Unido.
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