Familiares caídos en Malvinas quieren construir un santuario
en el cementerio de Darwin
Buscan construir una capilla o santuario en el cementerio de
Darwin en la isla Soledad, donde se encuentran enterrados 237 soldados
argentinos, para convertir "ese espacio de disputa en un lugar de
peregrinación".
La intención de la Comisión de Familiares de Caídos se
conoce a pocos días de cumplirse un nuevo aniversario del inicio de la guerra,
y fue transmitida esta semana al papa Francisco, en el marco de un encuentro
que mantuvo con veteranos y familiares en el Vaticano durante la audiencia
pública en la plaza San Pedro.
Concretamente, los familiares le pidieron su mediación para
la construcción del templo, ya que la prefectura apostólica de las Islas
Malvinas es una jurisdicción territorial aislada, que no forma parte de la
iglesia del Reino Unido ni de la Argentina, sino que depende en forma directa
de la Santa Sede.
Esa prefectura fue erigida el 10 de enero de 1952, al quedar
separada de la diócesis de Punta Arenas y comprende las islas Malvinas.
Según informó la comisión de familiares, el templo
-que quedaría bajo la advocación de María de la Paz- busca convertir a ese
"lugar en disputa en un lugar de peregrinar de toda la grey católica
universal".
Según los familiares, el papa argentino Jorge Bergoglio
"accedió al pedido, encomendando a los responsables en el Vaticano el
inicio de las gestiones pertinentes".
"La aceptación de la iniciativa trajo enorme
tranquilidad espiritual a los familiares, que ven así asegurada la no
profanación de dicho espacio sagrado, ante las insistentes amenazas internas y
externas que se vienen produciendo para borrar todo vestigio de la presencia
argentina en los archipiélagos aún usurpados por los británicos",
advirtieron en un comunicado.
Es que frecuentemente el cementerio, y en particular el
monumento a los caídos inaugurado en 2009, sufre ataques, como lo fue la rotura
al blindex que protege la imagen de la Virgen de Luján que preside, junto a una
gran cruz, el monolito.
La comisión de Familiares, que preside Delmira de Cao, es
quien por ley se encarga de cuidar y proteger el cementerio, declarado lugar
histórico por Argentina y protegido por el derecho humanitario internacional.
El cuidado del cementerio está a cargo de Sebastián Soccodo,
uno de los pocos argentinos que vive en la islas, quien se encarga de mantener
las cruces, los rosarios y las inmensas placas de mármol en las que se
encuentran grabados los nombres de los 649 muertos argentinos durante la
guerra.
http://www.telam.com.ar/
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