domingo, 4 de octubre de 2015

Malvinas: ícono del colonialismo del siglo XXI


Malvinas: ícono del colonialismo del siglo XXI

Por Natalia I. Chávez Arróliga*

Charles Sanders Peirce, (Cambridge, Massachusetts, septiembre 10 de 1839 - Milford, Pensilvania-, abril 19 de 1914), filósofo, lógico y científico estadounidense, considerado el fundador del pragmatismo y padre de la semiótica moderna, afirmaba que un ícono es un signo que puede representar algo mediante alguna semejanza con cualquier aspecto del objeto representado.

En tal sentido, y enlazando dicho término a una realidad concreta, cuando traemos a colación el tema de los llamados pueblos “no autónomos”, considero inevitable evocar las islas Malvinas como ícono de un sostenido colonialismo que aún persiste en pleno siglo XXI, lo cual acaso estribe en la singular topografía del célebre archipiélago.

De los 17 denominados “pueblos no autónomos”, tal los define la ONU, 10 de ellos son controlados por el Reino Unido: Anguila, Bermudas, Gibraltar, islas Caimán, islas Malvinas, islas Turcas y Caicos, islas Vírgenes Británicas, Montserrat, Pitcairn y la isla de Santa Elena; 3 por los Estados Unidos: Guam, islas Vírgenes de los Estados Unidos y la Samoa Americana; y 2 en manos de Francia: Nueva Caledonia y la Polinesia Francesa.

Hay otros dos más, que reciben especial atención por parte de la ONU: Puerto Rico, considerado un “Estado libre asociado”, pero no incorporado a Estados Unidos y la República Árabe Saharaui Democrática, ocupada por Marruecos tras la cesión española.

El archipiélago malvino, una proyección de la plataforma continental patagónica, a 250 millas al Este del continente, cuyo punto más próximo está a 184 millas náuticas al noreste de la isla de los Estados, e integrado por las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, en cambio Reino Unido se ubica a 6 mil 500 millas náuticas.


La ilegítima ocupación de las islas, transgrede la soberanía de Argentina y es la iconicidad del colonialismo inglés del siglo XXI.

El archipiélago de las Malvinas está formado por algo más de doscientas islas, destacando dos islas principales: la isla Gran Malvina al Oeste, con una superficie de 4,377 km2; y la isla Soledad al Este, con 6,353 km2.

Existen gran cantidad de pequeñas islas e islotes satélites, algunos de esos grupos conforman verdaderos archipiélagos. Al Sur de las Malvinas, a poca profundidad, se encuentra el banco Burdwood o Namuncurá, en el cual las prospecciones indican la presencia de ricos yacimientos mineros, incluyendo los de hidrocarburos.

La inveterada práctica colonialista por parte de Reino Unido, adolece de muchos aristas que trasgreden principios del Derecho Internacional como la integridad territorial y trastoca el espíritu de la autodeterminación de los pueblos, irrespetando el derecho soberano que le asiste a Argentina sobre unas islas que palmariamente son una prolongación de su plataforma continental, lo cual es motivo de su permanente e histórico reclamo.


A esta causa, no pocos se han sumado, inclusive recientemente, el papa Francisco en una audiencia del miércoles 19 de agosto se fotografió sosteniendo en sus manos un cartel que exhorta: “Es tiempo de diálogo entre la Argentina y el Reino Unido por Malvinas” el cual le fue entregado por el coordinador de una campaña internacional para instar la negociación sobre la soberanía del archipiélago del Atlántico Sur.
Es por ello que partiendo de lo acotado por el semiólogo Sanders Peirce, podemos establecer que, de manera coloquial actualmente el término ícono es usado como sinónimo de símbolo.


Por ende, la representación gráfica del archipiélago malvino es un inspirador estandarte de las luchas de los pueblos, materializada en el trabajo impulsado por los más de 90 Grupos de Solidaridad organizados en países de los cinco continentes que trabajan en pro de una solución definitiva al conflicto colonial y la restitución del ejercicio soberano de Argentina sobre el mismo, perdida desde su invasión militar el 3 de enero de 1833.

Decir Malvinas, es decir colonialismo; la cerrada y arcaica posición del Reino Unido de hacerse oídos sordos ante el universal clamor por su restitución a su natural enclave territorial.

*Abogada y notaria pública.

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