Operación Rosario
El Gobierno argentino diseñó el plan denominado Operación Rosario para la recuperación militar de los tres archipiélagos en disputa con el Reino Unido y Chile, alterando el estatus quo por la vía de los hechos. La operación fue diseñada a finales de 1981 y principios de 1982 por el Almirante Jorge Isaac Anaya, miembro de la Junta presidida por Galtieri.
El jefe de la Fuerza Aérea Argentina durante la guerra de las Malvinas, el Brigadier General Basilio Arturo Ignacio Lami Dozo, confirmó estos planes.
Las instalaciones balleneras de las islas Georgias del Sur
En septiembre de 1979, el empresario argentino Constantino Davidoff, especializado en negocios con chatarra, firmó un contrato con la empresa Christian Salvensen de Edimburgo, por el cual adquirió las instalaciones balleneras abandonadas en las islas Georgias del Sur. Davidoff gestionó en la Embajada británica de Buenos Aires el servicio del buque HMS Endurance con el fin de transportar a las islas el personal y equipos necesarios para desmantelar las instalaciones, pero como su pedido no fue aceptado, la Armada Argentina llevó a cabo la tarea.
Meses más tarde, el 19 de marzo de 1982, con motivo de un nuevo viaje de Davidoff al lugar, ahora en el ARA Bahía Buen Suceso (B-4), se produjo el izado de una bandera argentina en las islas que provocó que el Ministerio de Exteriores Británico ordenase el envío del HMS Endurance con el objetivo de obligar a los operarios a arriar la bandera y evitar el desembarco del personal.
El 20 de marzo, Margaret Thatcher fue informada de lo sucedido y decidió enviar el HMS Endurance desde Puerto Stanley ( Puerto Argentino ), con un complemento de 24 soldados de marina. Se organizó, además, una protesta diplomática en Buenos Aires.
El 21 de marzo, después de la marcha del ARA Bahía Buen Suceso (B-4) y con grupo de Davidoff en tierra para seguir con sus tareas, se solicitó al Gobierno argentino desalojar a los operarios allí apostados.
El 23 de marzo, el comandante del Grupo Naval Antártico, capitán de navío Joaquín Pantoja, al mando del ARA Bahía Paraíso (B-1), recibió órdenes del Estado Mayor General Naval de dirigirse a máxima velocidad a las islas Georgias del Sur, con la misión de evitar el desalojo del grupo de obreros argentinos de Davidoff por parte del HMS Endurance, salido a tal efecto desde las islas Malvinas.
El B-1, comandado por Trombetta, arribó a Puerto Leith en la noche del 24 de marzo y desembarcó un grupo de apoyo a los obreros argentinos; luego, permaneció en la zona y patrulló con sus helicópteros el área durante las horas subsiguientes. Las noticias procedentes del sur dieron cuenta de un inusual movimiento de buques de guerra de la Armada Argentina en el Atlántico Sur.
El 28 de marzo de 1982 el ARA Santísima Trinidad (D-2) zarpó como buque insignia del Comandante de la Fuerza de Tareas 40, embarcando a su comandante y al Comandante del teatro de Operaciones Malvinas, General de División Osvaldo García.
El 1 de abril el Estado Mayor General Naval recibió la orden de "ocupar Grytviken y mantener Leith a fin de asegurar el dominio de las islas Georgias", para lo que se le asignó la corbeta portamisiles ARA Guerrico (P-2) (actual P-32) al mando del CF Carlos Alfonso, y un grupo de Infantería de Marina al mando del Teniente de Navío Guillermo Luna.
Como consecuencia de lo anterior, se sucedieron una serie de reuniones y conversaciones de alto nivel mandatario a fin de evitar la acción argentina. La noche del día 1 de abril Ronald Reagan se comprometió ante Margaret Thatcher a hablar con la Junta militar para evitar el ataque. No obstante, su conversación telefónica con Galtieri fue infructuosa.
El 25 de marzo el general de división Osvaldo Jorge García, como comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, dio órdenes de ejecutar el plan de operaciones.
El 26 de marzo, una importante fuerza naval argentina abandonó Puerto Belgrano bajo la apariencia de disponerse a realizar unas maniobras con la flota uruguaya. Sin embargo, dirigieron sus pasos hacia las islas Malvinas.
El día 30, la inteligencia británica notificó al gobernador Rex Hunt que se trataba de una amenaza real y que se esperaba la invasión para el día 2 de abril. Hunt reunió a sus pocas tropas y les encomendó la defensa de las islas. En la mañana del 1 de abril, apagaron el faro e inutilizaron el pequeño aeropuerto local y sus radiobalizas. Ese mismo día el general García, debido a las malas condiciones meteorológicas reinantes, postergó un día la operación de desembarco, fijando como día “D” al 2 de abril y como hora “H” las 06:00.23.
El día 28 de Marzo algunas naves habían zarpado desde Puerto Belgrano a mando del Contraalmirante D. Walter O. Allara con 800 infantes de marina. Esta Fuerza estaba integrada por los siguientes componentes:
La Fuerza de Desembarco se integraban con el Batallón de Infantería de Marina Nº 2, una Agrupación de Comandos Anfibios, una Sección de Tiradores del Ejército, un Grupo de Comandos Anfibios y una Reserva.
Un Grupo de Transporte, con el Buque de Desembarco de Tropas A.R.A. "Cabo San Antonio", el Rompehielos A.R.A. "Almirante Irizar" y el buque Transporte "Isla de los Estados".
Un Grupo de Apoyo Escolta y Desembarco, formado por las Fragatas Tipo 42, A.R.A. "Hércules" y "Santísima Trinidad", más las Corbetas A.R.A. "Drumond" y "Granville".
El Grupo de Tareas Especiales, constituido por el submarino clase "Guppy" ARA "Santa Fe".
A bordo del A.R.A. "Santísima Trinidad", de acuerdo con lo resuelto por el COMIL, el Comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, General de división D. Osvaldo J. García. Debido a las malas condiciones meteorológicas, la operación se demoró 24 horas, respecto de su fecha más temprana.
La Fuerza de tareas quedó dispuesta para el asalto final el día 1 de abril a última hora. La misión de la misma establecía la reducción de la resistencia armada de la isla, constituida por 68 Infantes de Marina del Destacamento de la Marina Real Nº 8901, más algunos irregulares voluntarios pertenecientes a la población local, la ocupación de Puerto Argentino, y la toma del aeródromo para permitir el abastecimiento de las Islas con medios aéreos propios. Y por último la instalación de un gobierno militar argentino en el archipiélago.
A las 0.30 horas del día 2 de abril se inició el desembarco en la zona de Puerto Enriqueta, 4 kms. al Sur de la capital de las islas donde los Comandos Anfibios de la Armada iniciaron su marcha hacia las barracas de los marines británicos en Moody Brook.
Tres horas más tarde hacían lo propio los buzos tácticos desembarcados del submarino A.R.A. Santa Fe en las proximidades del Cabo San Felipe, con la tarea de tomar el faro de ese lugar y preparar el desembarco del Transporte Cabo San Antonio.
Cronología del ataque
El 1 de abril, a las 21:18, el primer grupo de botes se desprendió del D-2: 84 comandos anfibios y buzos tácticos bajo el mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez-Sabarots.
A las 22:45, el grueso de la Agrupación de Comandos Anfibios salió del buque en 19 embarcaciones destacándose, inmediatamente, el destructor en su zona de patrullado. Desembarcaron en Mullet Creek sobre las 23:00. A esa misma hora, el submarino ARA Santa Fe (S-21) libró a otros diez buzos tácticos para colocar balizas de radionavegación y ocupar el Faro San Felipe (Pembroke). Cuando el ARA Santa Fe (S-21) emergió, fue detectado por el radar de navegación del buque costero Forrest dándose inicio a las hostilidades.
A las 23:40 en la zona del aeropuerto se observó una bengala verde y al poco tiempo fue apagado el Faro San Felipe.
Ya el 2 de abril a primeras horas se dio el desembarco de un grupo de comandos anfibios, y de buzos tácticos con botes neumáticos para despejar posibles obstàculos o minas que hubieran en la playas para el arribo de los vehículos anfibios, a la 1:30, los hombres de Sánchez-Sabarots se dividieron en dos grupos: el primero, comandado por él mismo, se dirigió a los barracones de la infantería de marina británica en Moody Brook para atacarlos; el segundo, bajo el mando del Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino, avanzó hacia Puerto Argentino con objeto de tomar las oficinas del Gobernador y capturarlo.
A la 1:55, el submarino ARA Santa Fe (S-21) salió a la superficie, frente a Punta Calebroña y lanzó sus Buzos Tácticos a unos 3000 m del Faro San Felipe, que se encontraba apagado, alejándose, luego, a máxima velocidad en superficie, para regresar a su lugar de patrulla. Pero los británicos, sobre aviso, habían evacuado los barracones y estaban desplegados en posiciones de combate para defender la localidad.
A las 4:20, el destructor ARA Hércules (D-1) izó su Pabellón de Guerra y comenzó su patrullado en Puerto Groussac, protegiendo a la iniciación de la fase de asalto, la aproximación del BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42) y de la corbeta ARA Drummond (P-1).
A las 5:45, la Fuerza de Desembarco de Sánchez-Sabarots abrió intenso fuego automático y de granadas sobre los barracones donde suponían a los infantes de marina británicos. A los pocos minutos, descubrieron que nadie devolvía el fuego (estaban vacíos). El ruido, por el contrario, alertó al mayor Norman —que dirigía a las fuerzas británicas— de que los argentinos habían llegado. Cerca de las 6:00 se apagaron las luces de la bodega del BDT, se abrieron las compuertas de proa y se pusieron en marcha los enormes extractores de gases.
A las 6:22, llegó la orden "¡Primera ola al agua!" y, desde el BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42), comenzaron a desembarcar los vehículos anfibios, con fuerzas del Regimiento de Infantería 25 del Ejército Argentino. El ARA Cabo San Antonio (Q-42) libró la compañía E de vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5 del 2º de Infantería de Marina, orientándose con las balizas que habían colocado los buzos tácticos del ARA Santa Fe (S-21). La primera oleada, bajo el mando del capitán de corbeta (IM) Hugo Santillan, llegó a tierra y tomó la dirección del aeropuerto. La compañía "D" desembarcó poco después para ocupar el faro.
A las 6:30, desde el D-2, se irradió un comunicado en el que intimaba a la población a no ofrecer resistencia para evitar derramamiento de sangre.
El grupo de Giachino, la avanzada de las fuerzas argentinas, se dirigió a la casa del Gobernador, invitándole a la rendición. Al no recibirse respuesta, entraron al anexo de los sirvientes, donde se había atrincherado un grupo de Marines Reales, entablándose un combate. Comenzó un tiroteo generalizado, donde se produjo la primera baja del conflicto, el CCIM Pedro Giachino, que fue herido mortalmente;24 fueron también alcanzados por las esquirlas y resultaron heridos de gravedad, el Teniente de Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Primero Ernesto Urbina. El resto de sus hombres se replegaron, aunque mantuvieron el asedio sobre la sede del gobierno británico, disparando desde una posición elevada ubicada al sur de la misma.
Los constantes cambios de posición de los comandos y el uso de granadas de aturdimiento hicieron creer a los defensores que estaban bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real, lo cual resultó decisivo para obtener su rendición. A los pocos minutos, aterrizó el primer Lockheed C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina en el Aeropuerto de Puerto Argentino.
Cuando la compañía E llegó a las proximidades del viejo aeropuerto, sufrió el primer ataque de la infantería de marina británica. Un blindado LVTP-7 fue averiado por disparos de una ametralladora, pero la tripulación resultó ilesa. El Contraalmirante Busser, responsable del desembarco, comenzó a preocuparse: las tropas blindadas aún no habían entrado en contacto con los comandos, y la resistencia británica era más intensa de lo esperado. Ordenó entonces que una compañía del Batallón de Infantería de Marina 1 con lanzacohetes de 105 mm fuesen helitransportados a la costa. A las 8:30, el gobernador Hunt y el mayor Norman, sitiados y bajo presión, debatieron qué hacer. Se sugirió dispersarse por el interior para iniciar una guerra de guerrillas, pero, finalmente, creyéndose rodeados por un batallón de Infantería de Marina, decidieron que este plan de acción no tenía sentido.25 Hicieron traer a Héctor Gilobert, un argentino residente de las islas al que consideran un espía, y le encargaron negociar el alto el fuego. A las 9:30, el gobernador Hunt rindió las islas Malvinas al contraalmirante Busser. Un avión de transporte militar argentino llevó a Hunt a Montevideo, desde donde se dirigió a Londres. Utilizando el helicóptero Westland Lynx Mk.23 0739/3-H-141, desde el ARA Hércules (D-1), se trasladó al abanderado de la Flota de Mar, el Teniente de Fragata Martín Cazaux, para afirmar el pabellón en Puerto Argentino.
Cumplida su tarea por la Fuerza de Desembarco, algunas de sus fracciones se encontraban listas para el repliegue al Continente, que comenzó el mismo 2 de abril. En esas circunstancias, y ante la necesidad de brindar apoyo logístico a las unidades navales que operaban en el puerto de la capital de las islas, el comandante de la Flota de Mar dispuso la creación del Apostadero Naval Malvinas, designando como jefe del mismo al capitán de fragata Adolfo A. Gaffoglio. Al día siguiente, aparecieron en los periódico británicos las fotos de los marines tendidos en el suelo boca abajo. Aproximadamente 120 defensores (incluyendo civiles armados) fueron capturados por los argentinos en la acción.
Los constantes cambios de posición de los comandos y el uso de granadas de aturdimiento hicieron creer a los defensores que estaban bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real, lo cual resultó decisivo para obtener su rendición. A los pocos minutos, aterrizó el primer Lockheed C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina en el Aeropuerto de Puerto Argentino.
La maniobra resultó exitosa, ya que hubo solamente una débil resistencia, la cual se tradujo en tres bajas propias, aunque no se infringió ninguna baja al enemigo, tal como lo establecieron los criterios operacionales impuestos por el Comité Militar.
De esa forma las Islas Malvinas eran recuperadas después de 149 años de usurpación británica.
1 comentarios :
La imagen más bella e icónica de la Guerra. ¡Que buen blog! ¡Felicitacioes!
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