Malvinas : La estrategia argentina de más concesiones menos reclamos
La nueva estrategia de la Cancillería argentina para Malvinas es conceder todo a cambio de nada.
¿Cuáles serán los métodos de presión argentinos para entablar una negociación con el Reino Unido?. ¿ Con más vuelos, hacia nuestras Islas Malvinas, con países limitrofes, evitando cualquier contacto con la Argentina continental, se obtendrán resultados positivos ? .
Se le otorgan privilegios a una camarilla de británicos que se enriquecen con la venta ilegal de licencia pesqueras en aguas argentina, que fueron usurpadas por los británicos y además violan, el tratado de Madrid de 1990.
La diplomacia Argentina está dejando pasar una oportunidad única al no aprovechar el Brexit ( la salida del Reino Unido de la Unión Europea ). Ante este hecho el gobierno británico está procurando buscar distintas soluciones para seguir sosteniendo los enclaves coloniales por los cuales está denunciado en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas en más de 10 casos, entre ellos el de las Islas Malvinas y el Peñón de Gibraltar.
El cierre de los mercados europeos a los productos del saqueo pesquero que realizan en aguas argentinas, con la venta de licencia pesqueras, podría desaparecer. Ante esta posibilidad, el grupo de poder británico, en Malvinas, intentan buscar otros horizontes y para ello necesitan ampliar sus contactos con los países de la región, que les permitirá seguir promoviendo nuestras Islas Malvinas como un falso territorio ¨independiente¨ y no una usurpación británica en donde existe un legítimo reclamo argentino y soberano a tener en cuenta.
Más vuelos les permitirán seguir llenándose los bolsillos a la oligarquía británica que maneja el poder político y económico, de los kelpers, en Malvinas.
Cualquier suspensión de dichos vuelos, por parte de la posición argentina, lo presentarán como un atentado a los derechos humanos y un acto de agresión del Gobierno argentino hacia los ¨pobres isleños¨ mientras el Reino Unido seguirá mostrándose como el garante de los ¨derechos de autodeterminación kelper¨ siendo el único responsable del infame accionar colonialista que se esconde detrás de una colonia implantada que obedece sus designios.
A cambio de los favores y concesiones de la Cancillería argentina, el grupo de poder británico, en nuestras Islas Malvinas, no acepta que se hable de la soberanía de las Islas. Algo que no quieren oír mencionar, ya que cualquier atisbo de negociaciones para resolver el conflicto de soberanía, dejaría a la oligarquía británica kelper, sin los millonarios ingresos que obtienen por saquear nuestras riquezas ictícola otorgando licencias pesqueras en suelo sobre el que existe un conflicto de soberanía contradiciendo lo que establece las Naciones Unidas, a cerca de no innovar sobre el territorio bajo disputa.
La Cancillería argentina opta por permitir más vuelos a Malvinas a cambio de nada. Las escalas en el continente argentino, solo se harán dos veces al mes mientras las conexiones aéreas ya no solo serán con Chile sino con Brasil y Uruguay, a cambio de dos escalas mensuales en la Argentina continental. Aceptar más vuelos entre las Islas Malvinas con los países limítrofes se les está facilitando las cosas a la posición británica que no acepta hablar de soberanía y ahora podrá presentar a las Islas como un falso territorio británico mientras existe un inocultable conflicto de soberanía, que intentan soslayar, bajo cualquier motivo.
Más vuelos hacia Malvinas, beneficiará a la propaganda británica, para que sigan promocionando la mentira de la soberanía británica y de la falsa autodeterminación kelper. Buscando mayor apoyo de los países de la región, en detrimento al reclamo argentino por un suelo, de Malvinas, innegablemente de la República Argentina usurpado por un país colonialista como el Reino Unido.
Muchas concesiones a cambio de nada.
Se les regala más vuelos con países limítrofes para favorecer la próspera economía de la colonia kelper, cuyos millonarios ingresos de billetes es producto del saqueo pesquero que realizan en aguas que jamás estuvieron bajo disputa y fueron usurpadas arbitrariamente, por los británicos, a partir de 1986.
La oligarquía kelper en su mayoría individuos nacidos en el Reino Unido intenta mostrarse como una comunidad independiente que ¨busca su futuro¨, siendo dicho ¨futuro¨ siempre decidido por Londres, sin ninguna queja y cualquiera que se opongan a ello no tiene lugar en la comunidad kelper. A cambio de más vuelos, el gobierno argentino recibe como respuesta la negativa de hablar de soberanía, de la oligarquía británica que controla el poder económico y político del archipiélago, en consonancia con el discurso del gobierno británico, que siempre intentan omitir y distorsionar el conflicto de soberanía con una falsa causa de autodeterminación kelper.
El gobierno argentino, abandonando las presiones diplomáticas y aceptando el pretendido statu quo británico, seguirá fortaleciendo a la posición británica cuyo próximo cometido es sentar a los kelpers a cualquier conversación, como lo vienen intentando, para presentarlos como una ¨tercera parte¨ contradiciendo, una vez más, lo establecido Naciones Unidas acerca de que el conflicto de soberanía es una disputa bilateral, entre Argentina y el Reino Unido donde los kelpers ya están representados por la parcialidad británica. La patraña británica quiere disfrazar a los kelpers de otra cosa como si no se tratase de una parte del propio invasor colonial sino de una tercera parte en la que el Reino Unido quiere presentarse como ¨el juez y parte¨. Esta estrategia tiene la intención de presentar a los kelpers como los nuevos interlocutores y ¨ legítimos¨ ocupantes de nuestras Islas Malvinas, para buscar el reconocimiento tácito, del gobierno argentino, de una supuesta ¨soberanía británica¨, es decir, busca crear un fuerte precedente que les permita mayor reconocimiento sobre la ocupación ilegal que realizan para debilitar la posición argentina.
Conceder todo, sin reclamos, ni avances, seguirá debilitando la posición argentina, en el conflicto de soberanía, favoreciendo, solo, a la posición británica a la que le conviene el statu quo para continuar con la mentira de la soberanía británica, la farsa del referendo kelper, no reconocido por nadie, y la ficticia autodeterminación kelper. Siendo dicha la colonia no sujetos de derecho sino objeto de derechos. Los kelpers como parte de un contingente implantado, por los británicos, sobre un territorio usurpado por los mismos, no pueden decidir soberanía sobre el territorio en disputa ya que no son pueblo sojuzgado ni originario, sino parte del usurpador de Malvinas, constituyendo una población colonial, por tal motivo no son sujetos de derechos para tener el derecho a la autodeterminación de los pueblos sino objeto de derecho lo que equivale a respetarles su idioma, cultura, propiedad privada y costumbres británicas hasta poder optar por la ciudadanía británica sin que ello altere el reclamo argentino por las Islas Malvinas que siempre, fue por el suelo y no por la colonia implantada desde la metrópoli, por Gran Bretaña, previa expulsión de los verdaderos pobladores argentinos que ocupaban las Islas Malvinas al momento de la usurpación británica, en enero de 1833.
La estrategia diplomacia argentina respecto a Malvinas no existe ya que pendula de los ositos Winnie de Pooh, pasando por la propaganda tribunera y sobreactuación kirchnerista, hasta la falsa relación de ¨buenos vecinos¨ con los británicos, propuesta por la ex canciller Malcorra. Todo ello demuestra que no existe una estrategia seria que le permita, a la Argentina, ir avanzando y poner a los británicos en posición de negociar, con la Argentina, por los territorios que le usurpa con total impunidad.
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